Me encanta viajar y conocer otros países. He estado en lugares tan dispares como Japón, Islandia, Nueva York o Escocia, experiencias que luego he usado de base para crear historias. De hecho, de un viaje de 10 días por Escocia con mi marido en 2016 surgieron mis novelas ambientadas en Escocia: Duelo en las Highlands y Promesa en las Highlands. A continuación te hablo de los lugares en los que transcurren ambas historias y cómo los disfruté en persona. Todo ilustrado por las fotografías que saqué a lo largo del viaje.
Novelas de Highlanders… a mi manera
Desde que empecé a escribir novela romántica LGBT, mi marido me decía en plan broma (aunque también bastante en serio) que por qué no me metía a escribir novelas de Highlanders. Yo me hacía un poco la loca, pero de alguna forma la semilla se quedó plantada en mi cabeza y acabó germinando.
Reconozco que no soy fan de las novelas de highlanders, pero me encantan las islas británicas. Tampoco tiene nada que ver con la novela romántica, pero me declaro fan absoluta de la saga Trainspotting, las novelas irreverentes de Irvine Welsh, en las que se habla sin tapujos del gran problema social que tuvo Escocia durante los años 80 y 90 con la crisis de la heroína y el VIH. La llamada generación perdida.
Así que cuando llegamos a Edimburgo en agosto de 2016, mi cabeza empezó a trabajar a toda pastilla. ¿Cómo mezclar la novela romántica LGBT, la fascinación que desde el principio sentí por Escocia, por su gente amable y sus paisajes de ensueño, con ese lado oscuro que conocía gracias a la ficción?
El resultado fue Duelo en las Highlands. Una novela de Highlanders modernos en donde hay un continuo tira y afloja entre el arraigo y el rechazo, el amor por las tradiciones y el orgullo escocés contra el desprecio por el legado. También es un enemies to lovers con romance LGBT, pero bueno, vamos a ceñirnos a los escenarios en los que transcurre la primera entrega de la saga Highlands.
Stonehaven, Escocia en estado puro
De todos los lugares que recorrí en Escocia, Stonehaven es posiblemente mi favorito. Un pueblo costero pequeño y con encanto, situado en el este, que cuenta además con una joya: hay un camino a las afueras que lleva hasta las ruinas del castillo de Dunnottar. Ese paseo me impresionó tanto que decidí que Stonehaven fuese el escenario principal de Duelo en las Highlands.
«¿Recordáis que os conté que estamos junto a Dunnottar? Pues aunque casi todos los guiris van a visitarlo por carretera, hay un camino que conecta el muelle con las ruinas del castillo y que bordea la costa. También atraviesa los campos de trigo, y en los días de verano en los que no llueve, cosa que no es que ocurra a menudo, las vistas son preciosas. A un lado, un mar entre verde y dorado que se ondula mecido por el viento. Al otro, el océano entre azul y gris, llenándolo todo con su rugido al estrellarse contra los acantilados. Y ese aroma yodado, el de la brisa, sin el que reconozco que no podría vivir.»
Duelo en las Highlands
Para la freiduría McKenzie’s me inspiré en una de las dos freidurías que hay en el pueblo. Está situada muy cerca de la avenida de la playa y tiene en su carta las «famosas» Mars fritas. Cuando mi marido y yo compramos el almuerzo ahí para comérnoslo en la playa, pedimos una Mars rebozada y frita de postre. En mi opinión es un horror, pero mientras esperábamos por nuestro pedido entraron un par de personas con pinta de ser del pueblo y compraron, así que parece que tienen muchos seguidores…
Baile escocés y los Highland Games de Escocia
Durante nuestro viaje asistimos a los Highland Games de Stirling, en el corazón de Escocia. De la experiencia, me quedo con la actuación de la banda de gaiteros, la competición de lanzamiento de troncos (¡increíble!) y, sobre todo, la competición de baile escocés tradicional. Solo saqué fotos de la modalidad infantil porque durante la de adultos empezó a llover, pero me pareció espectacular.
Ya me llamaba la atención de antes, pero me pareció no solo precioso de ver, sino una disciplina muy exigente en lo físico. Ver las competiciones de baile escocés fue el germen del personaje de Connor. En Duelo en las Highlands, Connor es un genio de la danza tradicional escocesa, pero no es el único…
Oban, principal escenario de Promesa en las Highlands
Oban es otro pueblo costero situado en la costa oeste de Escocia, en donde ya se empieza a notar que hay un mayor número de hablantes de gaélico escocés. De hecho, en cuanto empiezas a salir de Oban y te diriges al norte, es cuando los carteles de las carreteras empiezan a estar escritos tanto en inglés como en gaélico. También se sintoniza con facilidad la radio pública en gaélico.
Oban es el pueblo de Connor y Duncan. Y de Sean, claro. Entre los escenarios reales que visité y que luego he convertido en parte de la saga Highlands, está el muelle, la avenida de la playa, la cafetería de la cadena Costa y el mirador de la Torre de McCaig.
Pero, sin duda, el escenario estrella de Oban que tiene gran importancia en la trama, es Daisy’s, el B&B que regenta Duncan. Está también inspirado en el B&B en el que mi marido y yo pasamos una noche. Está situado a las afueras del pueblo, en la zona alta, en un barrio de clase trabajadora. De hecho, una vez que llegas al barrio, ves que por fuera es exactamente igual que las demás casas.
En el caso de Daisy’s, en la novela exageré la decoración para reforzar la «auténtica experiencia de abuela escocesa». El B&B en el que nos quedamos no tenía una decoración tan recargada, pero el desayuno que nos sirvió nuestra anfitriona, una abuelita escocesa, fue apoteósico. Éramos los únicos huéspedes que tenía ese día y casi salimos rodando por las escaleras.
No recuerdo su nombre, pero me sirvió de inspiración para Daisy. Un personaje que si bien no interviene de forma directa en la saga Highlands, es muy importante en la trama.
La isla de Skye, otro escenario de Promesa en las Highlands
La preciosa isla de Skye merecía formar parte de la saga Highlands, y en Promesa en las Highlands hay una parte de la historia que transcurre ahí. De hecho, visité los dos escenarios que se mencionan: el primero es el Fairy Glen. Cuando le mandé las imágenes de referencia a Adela Aragón, artista autora de la portada de Promesa en las Highlands (y de todas las ilustraciones de la saga Highlands), le mandé la primera foto del carrusel que hay bajo estas líneas.
El segundo escenario la remota playa de Talisker. A Talisker fuimos por recomendación de un antiguo compañero de trabajo que me dijo que la visitase, y años después he vuelto a ella en forma de historia.
El Arthur’s Seat en Edimburgo
Creo que de todo lo que he escrito a lo largo de mi carrera como novelista, el capítulo El rey de la montaña, de Duelo en las Highlands, es mi favorito. Porque pude plasmar en él dos cosas que me dejaron huella de Edimburgo.
La primera, el ascenso al Arthur’s Seat, la montaña que es el pico más alto de la ciudad y desde la que se tienen unas vistas impresionantes (cuando no está nublado). En cuanto empiezas a subir, es como si te olvidaras de que estás cerca de la ciudad y te transportases a otro lugar, a otro tiempo.
El segundo, recorrer Princes Street, la principal calle comercial de Edimburgo, sin poder dejar de recrear en mi mente la escena con la que arranca la película de Trainspotting. De hecho, una de las primeras ideas que tuve para Duelo en las Highlands, fue hacerle un guiño a ese momento icónico de la película.
«Ni trato de preguntarle para qué coño lo quiere, demasiado esfuerzo. Consigo sacarlo del sporran y pulsar las teclas sin pegarme una hostia de campeonato. Y de pronto, empieza a sonar percusión; alguien aporreando una batería.
Duelo en las Highlands
Una canción. Ha usado mi teléfono para poner música.
Pero no una canción cualquiera, porque no tardo en reconocerla.
Es Lust for life. De Iggy Pop.
Ha puesto la canción que suena en la secuencia inicial de Trainspotting, cuando la peli arranca con Renton y Spud huyendo de la poli por esta misma calle.
Estamos emulando la escena, aunque vayamos en dirección contraria a la de los personajes.
Si no fuera porque necesito cada bocanada de aire que pueda respirar, habría acabado tirado en el suelo partiéndome de la risa por la ocurrencia.
Cómo le quiero, joder…»
Por último, el Military Tattoo en el castillo de Edimburgo. Si bien no asistimos, sí pudimos ver el ambiente que había alrededor del castillo, y también las gradas para el público que se instalan durante todo el mes de agosto.
Viaja a Escocia a través de las palabras
Si tienes la oportunidad de viajar a Escocia, no te lo pienses. Encontrarás una tierra llena de tradiciones y gente amable (el acento escocés asusta un poco, pero en mi opinión es más difícil entender a los londinenses), de paisajes bellísimos y mil y una aventuras que experimentar, pero, mientras, viaja a través de las letras.
Vale, cierto que la saga Highlands no es buen ejemplo de novela romántica histórica escocesa, para qué mentir, pero si buscas romance LGBT con kilts de por medio, puede que sea un buen comienzo…
¿Te animas? Ambas novelas forman parte del catálogo de Kindle Unlimited, y puedes probar Kindle Unlimited gratis durante 30 días aquí.
Buenas, Nisa.
Me ha encanto conocer el origen de esta saga. Yo solo he ido a Edimburgo, y es una de las ciudad que más me han gustado de todos mis viajes. Imagino que visitar el resto de Escocia tiene que ser increíble.
Un abrazo.
Irene.
Muchas gracias, Irene 🙂 Edimburgo tiene algo muy especial, pero el resto del país es maravilloso, ojalá algún día puedas visitarlo. ¡Un abrazo!