No solo de las grandes ciudades viven las historias de romance inolvidables, puesto que cada vez hay un mayor número de novelas románticas LGBT en pueblos pequeños. Novelas en donde, a la historia de amor principal, se le suma el que dichos romances transcurran en entornos rurales, con sus ventajas e inconvenientes. A continuación te hago una serie de recomendaciones de novelas románticas LGBT en pueblos pequeños.
Pueblo chico, infierno grande, de José Manuel Blanco
Con esta obra, que parte del tópico del urbanita que llega a una zona rural remota por motivos laborales, sin mayores pretensiones que las de resolverlos cuanto antes para regresar a su entorno, el autor José Manuel Blanco propone una preciosa historia de romance rural LGBT y segundas oportunidades en la que el papel como alcalde de uno de los coprotagonistas le da un toque realmente interesante a la novela por las connotaciones políticas.
Los tres secretos de Mary Visage, de Mario Sanca
Otro de mis libros LGBT ambientados en zonas rurales preferidos, es esta comedia romántica de Mario Sanca. En ella, Ángel, que necesita centrarse en terminar su doctorado, se marcha una temporada a vivir al pueblo con su abuela Esperanza. Pero no logrará lo que se dice concentrarse en la tarea, porque entre su abuela y sus amigas, y sobre todo entre un ciclista misterioso que se cruza en su camino, no se lo van a poner fácil…
A donde el viento del sur nos lleve, de Lola Z. Navarro
Esta preciosa novela que transcurre en un pequeño pueblo andaluz cuenta con una subtrama de amor gay maravillosa: un romance rural LGBT que transcurre, nada más y nada menos, que durante la época de la dictadura franquista. Represión, secretismos y luchas de poder terminan de completar el cóctel en esta recomendada obra debut de la autora Lola Z. Navarro.
El camino inesperado, de Alejandro Monreal
Si buscas una historia de amor juvenil que, además, es un maravilloso ejemplo de romance LGBT en pequeñas ciudades, no dejes de leer esta obra que transcurre en un paraje tranquilo de Castilla-La Mancha. Además, su protagonista tiene que lidiar con una discapacidad, algo que incluso hoy en día no abunda demasiado en la ficción.
Fuego, agua y polillas de colores, de Ángeles Valero
La acción transcurre en una pequeña localidad del Pirineo, en donde Pol, que lucha por mantener su estilo de vida en su pueblo natal, ve como una amenaza la llegada de Fernando, que decide pasar una mala racha personal ocupando la vieja casa de sus abuelos. Si buscas historias de amor LGBT en entornos rurales donde se hable de la forma de vida alejada de la gran ciudad y las problemáticas derivadas de la explotación turística, esta novela es para ti.
Y si buscas más novelas románticas LGBT en pueblos pequeños, me tomo la libertad de recomendarte dos de las mías:
Un puente entre dos mundos, de Nisa Arce
Un romance LGBT que transcurre, principalmente, en Akureyri, pequeña ciudad del norte de Islandia, considerada «la capital del norte» en la isla a pesar de su reducida población. Un lugar al que Isma, en aras de superar una crisis personal, llega desde España, y en el que conocerá a Björn, quien también se encuentra deambulando entre tinieblas y necesita volver a empezar.
Duelo en las Highlands, de Nisa Arce
Otra novela romántica LGBT en un pueblo pequeño. En concreto, transcurre en Stonehaven, población del este de Escocia donde, según Greg, su protagonista, nunca pasa nada. Pero sí que pasa, porque su vida en principio anodina y fracasada cambia cuando entra en escena el misterioso y, a su inicial forma de ver, insoportable Connor Miles.
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