Consejos para reducir lecturas pendientes sin agobios

Consejos para reducir lecturas pendientes sin agobios

Antes que escritora de novela romántica LGBT, soy lectora. Así que te comprendo: reducir lecturas pendientes, esa lista kilométrica de libros por leer, parece una tarea imposible. Tengo demasiados libros por leer en formato digital y en papel (y cómics), y como no dejan de salir novedades que también me muero de ganas por leer, la lista sigue creciendo y creciendo. Si te encuentras en la misma situación que yo, te dejo a continuación una serie de consejos para enfrentarte a la temida TBR (del inglés to be read, es decir, por leer) sin dramas ni agobios. Espero que te sirvan como me han servido a mí.

Lo principal: no olvides que lees porque te gusta

Parece una tontería, pero no lo es.

¿Alguna vez te has agobiado por la cantidad de libros pendientes de leer que tienes? ¿Te has sentido mal porque “no lees suficiente”, o lees con prisas para poder acabar un libro lo antes posible para empezar otro?

Pues mi primer consejo es que nunca olvides que, ante todo, lees porque te gusta, y que lo demás es secundario. Te cuento algo que me ocurrió hace unos meses. Tuve una época personal y profesional complicada que me dejó poco tiempo libre, y al finalizar dicho mes estuve varios días machacándome porque “solo me había leído una novela”.

Entonces, me pregunté a mí misma en qué momento leerme una novela al mes se había convertido en una catástrofe.

open books on grass field

¿Por qué nos obsesionamos tanto con leer lo más posible? ¿No sería más óptimo disfrutar de la lectura al ritmo que la vida nos permita?

Así que, ante todo, no olvides que lees por placer. ¿Que un mes te lees cinco libros? Genial. ¿Que al mes siguiente la vida te da para leerte uno? Genial. Lo importante es pasarlo bien. Y punto.

Hay que asimilar que es imposible leerse todos los libros que existen, por lo que te pasarás toda la vida tratando de reducir lecturas pendientes. Así que céntrate en disfrutar de las historias que sí puedan caer en tus manos. Lo sé, la pila de pendientes agobia, pero no ganas nada estresándote.

Detecta cuál es tu principal ladrón de tiempo y hazle frente

Ahora bien, si quieres optimizar tu tiempo de lectura, yo empezaría por detectar cuáles son tus principales ladrones de tiempo. Es decir, actividades a las que, sin darnos apenas cuenta, les dedicamos una cantidad desproporcionada de tiempo. En la actualidad, el principal ladrón de tiempo suelen ser las aplicaciones para teléfonos móviles.

Descubrir en mi móvil el apartado para saber cuántas horas al día lo uso, y en qué apps invierto dicho tiempo, fue una experiencia escalofriante que me hizo ser consciente de hasta qué punto consultar las redes sociales puede convertirse en un ladrón de tiempo.

Sí, las redes sociales son importantes para mí en mi faceta de escritora, y seguro que a ti también te gusta navegar por ellas, disfrutar del contenido de los demás y divertirte, pero… ¿consideras que realmente es necesario dedicarle todo el tiempo que actualmente invertimos en ellas?

En mi caso, me puse un limitador de tiempo en Instagram (que es la red que más uso), y cada vez que tengo el impulso de tomar el móvil para matar algún hueco, lo evito y en su lugar voy a por el Kindle o el libro de papel de turno. Y si ese hueco me da para leerme una página, bienvenido sea.

Si te interesa esto de los ladrones de tiempo, hay un artículo en MOLPE (marketing online para escritores) que me encanta, porque hace referencia a Momo, de Michael Ende, para reforzar las metáforas.

¿Lees en digital? Llévate el eReader a todas partes

Si perteneces al club de las que somos capaces de leer en cualquier lugar y situación, a mí hay un hábito que me funciona bien para reducir, poco a poco, mi lista de pendientes. Dicho hábito es llevarme el Kindle a todas partes. Quien dice Kindle dice tablet o cualquier dispositivo de lectura. Y libro de papel también, por supuesto, si no es muy voluminoso.

Prefiero llevarlo conmigo en el bolso o la mochila y darle uso si surge la ocasión, a no hacerlo y lamentarlo después.

person holding a kindle
Llévate el Kindle (o el libro de papel) a todas partes, que nunca se sabe cuándo puedes aprovechar para leer

En el momento de escribir estas líneas, mi hija tiene seis años. Hay muchas tardes, cuando la llevo al parque, en que se pone a jugar con otros niños y se puede pasar así horas. Si hay otras madres conocidas, aprovecho para hablar con ellas un rato (soy escritora, trabajo sola desde casa y necesito socializar de vez en cuando, je, je), pero se suele dar la circunstancia de que no conozco a nadie entre los que están en el parque, así que saco el Kindle y me pongo a leer (a lo camaleón, con un ojo en la pantalla y el otro puesto en la enana).

Quien dice parque, dice la oficina de Correos mientras esperas tu turno, o la sala de espera del médico o donde más se te ocurra. Recuerdo que cuando estaba embarazada y encadenaba una prueba tras otra, me leí un par de novelas aprovechando los ratos de espera hasta que me tocaba pasar.

Busca ratos para la lectura también en casa

¿Sabes cuándo suelo leer bastante en casa? Durante el rato que tiene mi hija al día para “pantallas”, es decir, el rato que le tenemos asignado para que pueda ver la tele. Me siento a su lado en el sofá con el Kindle o el iPad (porque también leo mucho del catálogo de eBiblio), o la novela o cómic en papel con el que esté en esos momentos, y leo a su lado.

Ella lleva desde bebé viéndome leer con regularidad, y parece que le ha picado el gusanillo de la lectura. Así que si tienes peques en casa, puedes aprovechar el momento de reducir lecturas pendientes para, de paso, servir de referente.

La constancia es tu aliada

Cuando me preguntan cómo lo hago para escribir una media de tres novelas al año, siempre digo que la clave es la constancia.

Como todo en esta vida, cada autor tiene su método. Hay a quien le va bien pegarse una maratón y pasarse una o dos semanas escribiendo sin parar, de sol a sol, hasta tener listo el borrador de su novela, y hay a quien, como en mi caso, le va mejor escribir medio capítulo o un capítulo al día, cuatro o cinco veces a la semana, hasta tener acabado el borrador en unos dos-tres meses.

En el caso de la lectura, opino que pasa igual. Si no puedes pegarte sesiones maratonianas de pasarte el día leyendo tranquilamente en el sofá (ya ni recuerdo lo que era eso), practica la constancia. Lee todos los días unas páginas, o un capítulo si puedes. Para cuando te des cuenta, te habrás terminado de leer una novela. 

clear glass with red sand grainer
Grano a grano se hace montaña. O página a página, se leen los libros.

Aunque al principio te desespere y pienses que apenas has avanzado, créeme: el poder del grano de arena a grano de arena es inmenso. Aunque no es nada sencillo cultivar esa resiliencia y ser constante. ¡Pero vale la pena el esfuerzo de coger el hábito!

Alterna novedad con pendiente

Lo sé: salen más y más libros nuevos que te mueres de ganas por leer, pero al mismo tiempo te remuerde la conciencia porque tooooodos tus pendientes (incluso los legendarios, como los llamo, esos que llevan años en mi lista) protestan porque los vuelves a relegar.

Quizás te sirva el método que empleo yo para reducir lecturas pendientes: me leo un pendiente, y a la siguiente lectura escojo una novedad (para mí, novedad es que ha salido en los últimos tres meses). Me acabo la novedad y voy a por un pendiente. Y así una y otra vez.

Eso sí, hay veces en que las ansias por alguna novedad en concreto me pueden y encadeno varias lecturas nuevas. Porque me apetece y, lo principal, es recordar que hay que leer porque nos gusta.

Lee más de una novela a la vez

Sé que hay personas que prefieren centrarse en una sola novela (de hecho, yo misma lo prefiero según el libro), pero por lo general leo dos novelas a la vez. Me leo un capítulo de una, y luego un capítulo de otra. Aprovecho, de paso, para alternar los formatos (leo una en Kindle y la otra en papel o en la tablet, si la estoy leyendo en eBiblio).

Si no te supone un estrés, apúntate a retos de lectura

Reconozco que, como lectora, no soy nada fan ni de los retos de lectura ni de las lecturas conjuntas. De ningún evento en el que me vea forzada a cumplir unos plazos de lectura, en general, porque me agobio si veo que no puedo cumplirlo, y al final termino por no disfrutar de la historia.

Pero si a ti eso no te pasa y disfrutas con el aliciente de los plazos, los retos de lectura pueden ser tus grandes aliados para bajar la lista de pendientes.

Hay un sinfín de retos de lectura a los que te puedes apuntar. Normalmente a principios de cada año, multitud de cuentas de bookstagramers en Instagram proponen una serie de retos a los que puedes apuntarte. Por ejemplo: leer 50 novelas en un año; leer una novela de una autora o autor de cada comunidad autónoma de España (ese lo vi hace no mucho y me pareció muy curioso); y todo lo que te puedas imaginar.

person reading book

También hay sistemas de gamificación que pueden ser divertidos. Como soy usuaria de Kindle (el eReader), no lo sabía, pero una amiga me mostró que en la app de Kindle para móviles y tablets hay retos, y que si alcanzas un número de lecturas determinado, te regalan marcapáginas virtuales. Algo así como pequeños premios para motivarte a que continúes con el ritmo de lectura que llevas.

Otra actividad que podrías probar si se organizan en el lugar donde vives, son las reading party. Es decir, asistir a una reunión de personas en la que cada una lee a su ritmo el libro que prefiera. Una buena excusa para, además, conocer a otros devoradores de libros.

Y si los audiolibros son para ti, ¡aprovecha!

Hay personas a las que no les gusta escuchar audiolibros porque requieren de bastante concentración para seguir el hilo. Yo, por ejemplo, cuando estoy haciendo tareas rutinarias (sobre todo domésticas, como tender lavadoras, recoger la cocina o doblar ropa) prefiero escuchar podcast, que requieren atención pero no tanta.

Pero si disfrutas de los audiolibros, te pueden venir muy bien para reducir lecturas pendientes a base de escucharlos cuando estás haciendo otra tarea (ir a caminar, limpiar, cocinar, etc). Cada vez hay más audiolibros de novelas de romance LGBT, en este artículo te recomiendo unos cuantos.

Lleva un registro de lecturas

En mi caso, es una simple hoja de Google Drive, pero llevar un recuento de las novelas que vas leyendo puede estar bien para que seas realmente consciente de cuánto has leído en un año. A veces nos resulta muy poco, pero cuando vemos las cifras, puede sorprenderte. Aquí también te hablo de algunos métodos que puedes emplear para registrar tus libros leídos.

Lee a tu ritmo, no te compares con los demás

Me temo que aquí hemos caído absolutamente todos… Te pones a cotillear la cuenta de otra persona en redes sociales, y cuando hace recuento mensual o anual de los libros que se ha leído, te llevas las manos a la cabeza y piensas: “Qué desastre, en comparación con esta persona no he leído nada de nada”. Te sientes mal por ello, empiezas a forzarte a leer más, te acabas frustrando, no lo disfrutas y entras en un círculo vicioso.

Así que no-te-compares. No sabes cómo son las circunstancias personales de esa persona. No sabes qué ratos emplea para leer, ni si tiene la capacidad de leer a base de escaneo rápido de las páginas.

Tú eres tú, con tus circunstancias, tu ritmo de vida, tus responsabilidades. 

Ahora… ¡a leer!

Si has llegado hasta aquí, espero que te quedes con el mensaje principal: disfruta leyendo. Y poco a poco irá bajando esa pila de lecturas pendientes.

Bueno, no. Tú y yo sabemos que siempre siempre siempre seguirá creciendo, pero eso es genial, ¿no crees? Porque significa que adoramos leer, y que el mundo está repleto de historias en las que deseamos sumergirnos.

¡Suscríbete y consigue contenidos exclusivos!

¡Suscríbete a mi newsletter Mensajes en una botella! Es gratuito, y cada semana recibirás un email con contenido exclusivo, curiosidades, sorteos… Además, solo por apuntarte recibirás un código de descuento para mi tienda online, así como la guía 50 novelas de romance LGBT que te recomiendo.

Usamos Brevo como plataforma de marketing. Al hacer clic a continuación para enviar este formulario, consiente que la información proporcionada sea transferida a Brevo para su procesamiento de acuerdo con sus términos de uso

Deja una respuesta

*

×
Producto añadido al carrito.

No hay productos en el carrito.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información.
Privacidad