Protagonistas maduros en libros de romance LGBT

Protagonistas maduros en libros de romance LGBT

Uno de los aspectos que más me gustan de la novela romántica actual, es que cada vez hay mayor diversidad de personajes. Y dentro de dicha diversidad, me gusta que se haya ampliado el rango de edad. Aunque muchos protagonistas de novelas románticas LGBT son treintañeros o veinteañeros (incluso más jóvenes), también hay protagonistas maduros en libros de romance LGBT con los que disfrutar y, de paso, identificarse, puesto que están pasando por conflictos propios de esas etapas vitales.

Muchas lectoras y lectores quieren personajes y protagonistas maduros en novelas

La ficción es, además de un método para evadirse, un reflejo al que muchas personas se asoman. Toparte con personajes que tienen una edad semejante a la tuya, o incluso mayores, puede conseguir que empatices con ellos, que te identifiques con los conflictos a los que se enfrentan y cómo tratan de ponerle solución.

Por personaje maduro, hablo de personaje de cuarenta o más años. Una etapa, la de la temida «crisis de los cuarenta», en la que ya tienes un recorrido vital suficiente como para plantearte qué rumbo quieres tomar en el resto de tu existencia. Y los personajes maduros en novelas de romance LGBT no son la excepción.

Bennet, el orgullo de enamorarse, de Anyta Sunday, romance LGBT retelling de Orgullo y prejuicio, de Jane Austen

Un ejemplo de personaje maduro en un libro de romance gay sería Darcy en Bennet, el orgullo de enamorarse, retelling de Anyta Sunday (y traducido al español por Virginia Cavanillas) de Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. En Bennet, el orgullo de enamorarse, Darcy es un hombre divorciado de cuarenta y ocho años y con un hijo queer. Y con demasiadas preocupaciones como plantearse acabar enamorado de otro hombre demasiado excéntrico a su entender, y encima editor de novelas románticas LGBT.

A Super Gay Christmas Holidays, Laura Sanz, novela romántica navideña LGBT

Otro ejemplo de libro romántico LGBT con personajes de más de cuarenta años sería A Supergay Christmas Holidays, de Laura Sanz, en donde la trama comienza cuando el protagonista, Sean, intenta llegar a la cabaña en donde va a pasar con su familia las vacaciones de Navidad…, y acaba formando parte de la reunión anual de un nutrido y variopinto grupo de amigos, todos ellos entre 30 y los 60 y largos, que forman una preciosa familia elegida.

Queremos personajes mayores en novelas románticas

Quienes leen novelas románticas LGBT no buscan solo personajes maduros, sino que agradecen que haya libros con personajes mayores. Una realidad, la de las personas queer de la tercera edad, que no suele aparecer en la ficción, aunque cada vez hay más ejemplos.

En Perra, de José de la Rosa, la historia comienza cuando Álvaro, periodista inmerso en una crisis vital-sentimental con su marido de la que aún no es consciente, tiene que cubrir el desahucio de Juan, de 85 años, el cual no quiere desprenderse de la única foto que conserva del hombre del que fue pareja durante cinco décadas, relación silenciada por la represión del régimen. Entre ambos personajes surge una historia de amistad y complicidad preciosa.

A donde el viento del sur nos lleve, Lola Z. Navarro romance rural LGBT

También podemos vivir una historia de amor clandestina contada en parte por un personaje mayor en la novela de romance (con subtrama romántica LGBT) A donde el viento del sur nos lleve, de Lola Z. Navarro. Dicho personaje, en el ocaso de su vida, rememora fragmentos de la historia secreta que mantuvo con otro hombre durante los años en que su relación estaba prohibida. Un amor del que los protagonistas nada sabían y que se encargan de sacar a la luz.

En mis historias de romance LGBT también hay personajes maduros

El puesto ambulante de Tokio cuenta con un personaje mayor queer: Lily-san, quien pese a su avanzada edad sigue siendo, tal y como desvela Kôji, coprotagonista, una «estrella de la noche de Tokio». Asimismo, tanto Kôji como el otro coprotagonista, Hans, ya están en los cuarenta.

Postal con la ilustración Lily-san, de El puesto ambulante de Tokio, novela LGBT de Nisa Arce

Asimismo, en Duelo en las Highlands se intuye cierto conflicto (¿quizás por las rencillas del pasado?) entre dos personajes a los que Greg, protagonista, llama «los jubiletas». Es decir, Ben y Farlan.

Postal Gádor y jubiletas, de Duelo en las Highlands, de Nisa Arce, novela de romance LGBT enemies to lovers, ilustración de Adela Aragón

Si conoces más ejemplos de personajes y protagonistas maduros en libros LGBT, ¡indica cuáles en un comentario, me encantará leer tus recomendaciones!

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